miércoles, 1 de octubre de 2008

LA COMUNICACION

LA COMUNICACIÓN COMO FACTOR IMPORTANTE DE UN DOCENTE

Cuando en un matrimonio se rompe la comunicación entre los cónyuges o entres estos y los hijos, peligra la vida familiar. Cuando entre profesor y alumno no se establece una comunicación fluida no es posible la tarea educativa. Ciertamente el educando no sólo debe ser un elemento pasivo, sino que debe ser un coprotagonista, junto con el educador, en la tarea conjunta de esta interacción perfectiva en que ambos se enriquecen mutuamente.
Situación de ayudar
Es condición imprescindible que el docente esté en situación de ayudar. Esto parece ser claro: se tiene un título requerido para el desempeño que le capacita para impartir conocimientos, pero los conocimientos de su disciplina deben estar actualizados, por lo que es preciso una labor permanente al día, especialmente en aquellas asignaturas en las que la investigación aporta nuevos datos. Para que la labor de ayuda sea algo más que instrucción se requiere cierta calidad interior, conocer y poseer incorporados los valores básicos que cualifican como persona. Cuando menos debe existir el empeño permanente por mejorar.
Establecer Comunicación
Un docente con muchos conocimientos y valores, pero cerrada en sí misma, será poco útil en el proceso educativo. Precisamente porque no siempre se establece comunicación fluida es conveniente hacer pruebas con frecuencia. Si sólo se evalúa al final del proceso nos podemos encontrar con la sorpresa de no haber transmitido casi nada. Por el contrario, si es una actitud permanente estaremos en condiciones de rectificar, utilizar otros recursos, etc.
Asegurar la calidad
Precisamente porque en educación las cosas no siempre son blancas o negras conviene preparar muy bien la evaluación formativa de todo tipo de situaciones educativas. Hay docentes que son buenos comunicadores en una asignatura y no en otras, con unos alumnos y no con otros; puede depender también de las fase personales o profesionales en las que se encuentren, etc.
Resulta imprescindible el afán por mejorar en la calidad del contenido y en la transmisión.
Cuando uno abandona decididamente el esfuerzo por mejorar personal y profesionalmente, debería abandonar la tarea educativa o cambiar de circunstancias para encontrar la más idónea a sus características.
La divulgación como modalidad de comunicación
Saber transmitir sin perder calidad al mayor número de personas y en todos los campos posibles es un reto ambicioso. Esto es válido para la cultura y para los valores.
Es lógico, por tanto, que se utilicen en cada asignatura técnicas variadas hasta asegurarnos que hemos facilitado a los alumnos la más adecuada a sus circunstancias.
En la sesión de clase, conviene que, dentro de un marco coherente, cada uno desarrolle aquéllos para los que tiene mayor sensibilidad. De uno aprenderemos el orden, de otro la cordialidad, de aquel su solicitud hacia los menos favorecidos.
Hay docentes que aprenden mucho de sus alumnos. La comunicación no se da sólo en sentido descendente o vertical sino a modo de vasos comunicantes. Es precisa una actitud de apertura hacia los demás que nos permita recoger de cada uno lo mejor de sí mismo. Todos tenemos algo que dar y que recibir.
Los consejos de curso son una magnifica ocasión de recibir sugerencias.
Hablar con los demás docentes abre una posibilidad de enriquecimiento profesional y personal. Haber convivido con un verdadero maestro, en el sentido más alto de la expresión, deja una huella indeleble. En todo caso, dar lo mejor de sí mismo es una noble tarea de contribución al bien de la sociedad.
Jorge Luis Merino Guarderas (jlmerino8@hotmail.com)

No hay comentarios: